Características de los Linchamientos Digitales
Por: Salvador Romero Espinosa
El
pasado jueves 6 de agosto, tuvimos la oportunidad de recibir virtualmente en el
Instituto de Transparencia Jalisciense (ITEI), a la Mtra. Ana María Olabuenaga, autora
del libro “Linchamientos Digitales” (Planeta: 2019), quien impartió una cátedra
del mismo nombre dentro del curso “El uso de las Redes Sociales Digitales (RSD)
en la Función Pública”.
Dentro
de su obra ya referida, propone las que ella considera las características,
ingredientes o elementos esenciales de un “Linchamiento Digital” y que en esta
columna me propongo analizar a la luz de los dos linchamientos (o al menos
intentos de linchamientos) que vivimos apenas el pasado 9 y 10 de agosto, el
del chef Enrique Olvera y el del senador Samuel García:
Primero.
Alguien comete (en el mundo “online” u “offline”) una acción impopular o sujeta
a ser cuestionada por una mayoría de usuarios de RSD.
En
ambos casos se puede considerar que todo fue online, pues si bien es cierto que
la columna del chef Olvera también se publica en la versión impresa del
periódico Reforma, la realidad es que la columna se viralizó en su versión
electrónica. En el caso del senador García, no hay duda que fue una acción
completamente online, pues los hechos se dieron en una transmisión en vivo (un
“live”) a través de Instagram.
Segundo.
La acción es divulgada por algún o alguna usuaria de las RSD.
Si
dicha usuaria o usuario no tiene muchos seguidores, necesita que llame la
atención de alguien que sí tenga muchos para poder "despegar". En el
caso de la columna de Olvera irónicamente todo indica que fue en sentido
contrario al “tradicional”, pues una de las primeras cuentas populares que
viralizó su columna el domingo por la mañana (@warkentin – 688,200 seguidores),
lo hizo para alabar la columna de Olvera, no para atacarla. Sin embargo, al
parecer fue en buena parte a partir de ella que comenzó el linchamiento por más
que lo defendió de los ataques en su publicación. En el caso del senador, la
cuenta de Twitter que hizo originalmente la denuncia por el contenido del video
(@CindileyOjedaM) tenía al momento de hacerlo (lunes 0:22 a.m.) menos de 300
seguidores.
Tercero.
El pico del Linchamiento suele darse dentro de las 24 horas después de que
empieza la viralización.
En
el caso del Senador García, a juzgar por el número de reproducciones del vídeo,
el pico se dio aproximadamente 15-16 horas después de ser compartido, es decir
entre 3 y 4 pm del lunes 10. En el caso de Olvera, la viralización comenzó
aproximadamente entre las 2 y 3 pm del domingo 9, y se extendió con fuerza al
parecer hasta la 2 o 3 pm del lunes 10 (al tiempo que tomaba su punto más agudo
el tema del Senador).
Cuarto.
Lluvia de memes y mames.
Un
linchamiento digital siempre es precedido por un caudal de memes y burlas.
Sobra decir que se cumplió el requisito en ambos casos, pues los memes, audios,
videos y comentarios del llamado “tren del mame” no se hicieron esperar y se
propagaron como reguero de pólvora por todas las plataformas de RSD y
mensajería instantánea.
Quinto. Las disculpas no importan.
Aunque
el senador se disculpó, no significó una reducción en los ataques. El chef
Olvera, hasta donde conozco, nunca se disculpó ni dio explicaciones, y al
parecer no hizo diferencia.
Sexto.
El silencio de las minorías.
Este
elemento, a diferencia de otros casos mucho más escandalosos, no se presentó
del todo, pues en ambos casos fueron visibles los intentos de una cantidad
importante de usuarios que, a pesar de ser una clara minoría, públicamente los
defendieron.
Séptimo.
El Linchamiento siempre viene acompañado de ataques paralelos.
Para
acrecentar la “flama de la hoguera”, los usuarios de las RSD comienzan a sacar
a la luz nuevas o viejas acusaciones poco conocidas contra el sujeto de
Linchamiento, con el objeto de aprovechar la inercia del momento. En ambos
casos se cumplió también el requisito, porque al chef le sacaron viejas notas
de supuesta corrupción para obtener irregularmente el permiso de su restaurante
Pujol, mientras que al senador le sacaron diversos videos y audios anteriores
donde lo acusan de tener patrones de comportamiento machista desde hace tiempo.
Octavo.
El ejecutor.
Finalmente,
es indispensable para que el “Linchamiento Digital” se consagre, que exista un
ejecutor que sirva para hacer efectiva la “sentencia de la turba”. Normalmente
el ejecutor es el “patrón” del linchado, que suele acabar el problema
despidiendo de su trabajo al linchado. Sin embargo, en estos casos existe otra
coincidencia: Ninguno tiene un superior jerárquico directo que los pueda
despedir para satisfacer a la “turba iracunda”. Sin embargo, en el caso del
senador al menos, sí hubo compañeros de su propio partido político que le
hicieron recriminaciones públicas por su comportamiento.
En conclusión, a diferencia de los casos
analizados en la obra de la maestra Olabuenaga, se podría decir que no se ha
configurado formalmente en los dos casos de esta semana la figura del
“Linchamiento Digital”, aunque muy probablemente sea demasiado pronto para
determinarlo. Incluso hay quien se atreve a decir que lo pudieron haber hecho a
propósito para ganar fama y, por consecuencia, comensales o votos… Al tiempo.
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