El portal de vacunación fallido
Esta historia, mejor dicho, tragedia, que ha representado el manejo de la Pandemia del Coronavirus en México tiene un nuevo episodio para lamentar: El portal para registrarse en el programa vacunación (https://mivacuna.salud.gob.mx/index.php).
El referido portal, lanzado apenas el día 02 de febrero en medio de la
convalecencia del presidente mexicano justamente producto del Covid19, ha
fallado en prácticamente todos los sentidos posibles en que puede fallar un
sitio de Internet de esta naturaleza.
Por supuesto es evidente que su primera y mayor falla ha sido la
imposibilidad para ser utilizado, porque prácticamente ha estado “caído” o ha
sido inservible desde que se realizó su lanzamiento, generando confusión,
desesperación, pérdidas de tiempo y hasta estrés en los millones de mexicanos
que hemos intentado dar de alta a algún adulto mayor en dicho portal.
Cabe destacar que la enorme diferencia que existe entre esta “caída del
sistema” y muchas otras de las que han ocurrido incluso a grandes compañías en
Internet, reside en que normalmente aquéllas son producto de situaciones
impredecibles o accidentales, que aleatoriamente generan, por ejemplo, “cuellos
de botella” en el tráfico a un portal determinado, que saturan al “administrador
de carga” (load balancer) y “tumban el sitio”, o algunas otras causas mucho más
complejas como un hackeo, pero igualmente impredecibles.
En este caso concreto, una gran parte del fiasco reside -precisamente- en
que todo indica que la principal razón de que el portal no funcione bien, es
justamente una saturación producto de la inmensa cantidad de intentos de
registro en el portal, y parece increíble pensar que no se pudo haber previsto
el enorme tráfico que iba a generar, considerando que existen alrededor de 15
millones de adultos mayores en nuestro país ávidos de ser vacunados.
Por consecuencia, era indispensable y razonable, haber comprado o
contratado la infraestructura necesaria (e.g. servidores y administradores de
carga) para que el portal pudiera funcionar bajo esas condiciones de elevada
demanda antes de arrancar con el dichoso micrositio, sobre todo considerando
que existen muchas opciones en el mercado que pudieron garantizar su
funcionamiento óptimo.
Otra grave falla del portal la encontramos en sus niveles de protección y
seguridad, que van desde omisiones tan básicas como la implementación de
filtros tipo “CAPTCHA” para prevenir que alguien pueda crear scripts
automatizados (o bots) para registrar de manera artificial a miles de personas
en segundos; hasta cuestiones más complejas como la falta de contratación de
una Autoridad Certificadora (CA, por sus siglas en inglés), en lugar de haber
utilizada una gratuita como “Let’s Encrypt”, que se encuentra lejos de
garantizar el nivel de protección adecuado para la enorme cantidad de datos
personales sensibles que se pretenden capturar en un portal de esa naturaleza.
Pero más allá de estas fallas garrafales en la implementación del portal,
es imposible no hacer un análisis de fondo, y cuestionarnos, por ejemplo, si
realmente era necesario implementar un portal de esta naturaleza, porque
existen ya en las bases de datos de las autoridades suficiente información para
saber a quienes tienen que vacunar por cada grupo de edad. ¿Para qué
implementar un nuevo trámite burocrático (y actualmente inservible) para complicar,
recabar y poner en riesgo datos personales sensibles que el gobierno ya tiene
en su poder? ¿Para qué hacer una llamada telefónica para informarte cuándo y en
dónde te tienes que vacunar en lugar de organizar campañas de vacunación
similares a un proceso electoral por distrito o sección y que cada quien acuda
a la hora en que le acomode mejor con su identificación?
En conclusión, no me deja de sorprender la ineficiencia y tendencia a
burocratizar (o contaminar con fines electorales) todo en nuestro país, ni
tampoco la falta de capacidad y preparación para por lo menos hacerlo bien. No
cabe duda que apostarle al 10% de experiencia y preparación en la burocracia, a
cambio de un supuesto 90% de honestidad (como si fueran cuestiones excluyentes),
@chavaromero
Comentarios
Publicar un comentario