El Costo de Bitcoin

Bitcoin es una criptomoneda creada entre 2008 y 2009 por Satoshi Nakamoto (seudónimo con el que se conoce a su creador o creadores, cuya identidad real es aún desconocida) y es actualmente la más popular del Mundo, siendo su valor actual en México superior a $1,100,000 (un millón cien mil pesos), aunque su adquisición se encuentra accesible a cualquier inversionista minoritario a través de alguna “casa de cambio” de criptomonedas, que comercializan dichas monedas por fracciones de ella (por ejemplo: 0,05 de una Bitcoin en $55,000 pesos).

Las criptomonedas como Bitcoin, son una especie de dinero electrónico (parecido al dinero que tienes en tu cuenta de ahorros y que te gastas de manera electrónica sin haberlo visto o tenido nunca en tus manos) con algunas notables diferencias, por ejemplo: 1. Su “existencia” no se encuentra respaldada por ningún banco estatal, sino por un sistema de bases de datos encriptadas conocido como “blockchain”, que se encuentra distribuido en decenas de miles de equipos de cómputo aislados, lo que hace que sea sumamente segura y prácticamente imposible de hackear (a prueba de fraudes bancarios); 2. Existe total transparencia sobre la cantidad y “existencia” de dichas cadenas de resguardo y sobre las transacciones que sobre ellas se realizan; y 3. Actualmente solo pueden ser intercambiadas por productos o servicios de manera sumamente limitada (como "Bienes No Fungibles", de los que hablaremos luego) o a través de muy limitadas “casas de cambio” (es decir, solo entre interesados en adquirirlas).

Así las cosas, Bitcoin se constituye como una moneda ajena al banco central de cualquier Estado o nación y, por lo tanto, además de ser considerada universal, es decir, accesible a cualquier persona, teóricamente es una moneda electrónica que se encuentra también protegida de los costos y riesgos que representa respaldar tu dinero en alguna de las monedas de algún país, como el dólar norteamericano o el peso mexicano.

Sin embargo, los creadores de Bitcoin produjeron un número limitado de esas monedas (21 millones, de los cuales 18 millones ya han sido “cosechados”), y el proceso para acceder o, mejor dicho, para “cosechar” una Bitcoin es sumamente complejo, ya que requiere que se logre “descifrar” el “bloque principal” de una cadena de bloques (“blockchain”), y ello conlleva una competencia cada vez mayor entre todas aquellas personas o empresas dedicadas a “cosechar” dicha criptomoneda, pues para hacerlo, invierten cada vez una mayor cantidad de recursos en adquirir equipo de cómputo muy poderoso para lograrlo, especialmente conforme aumenta el valor de cada Bitcoin.

Por consecuencia, todo parece indicar que el verdadero costo para el Planeta Tierra de una Bitcoin es sumamente elevado, según lo afirmó hace unas semanas el especialista Alex de Bries en su artículo publicado en la revista Joule (www.cell.com/joule/pdf/S2542-4351(21)00083-0.pdf), quien de acuerdo a sus cálculos desarrollados de manera sumamente clara, concluyó que actualmente la “cosecha” y preservación de las Bitcoins (por el uso de tantas súper computadoras), se asemeja anualmente a la misma cantidad de energía utilizada por todo Londres o todo un país como Argentina en un año (121,36 teravatios-hora (TWh), lo que convierte a dicha criptomoneda en una fuente de contaminación por CO2 bastante elevada.

Aunado a lo anterior, De Bries refiere casos concretos como los de Quebec e Irán, en donde la “cosecha” de Bitcoins ha generado reducciones importantes en su capacidad de suministrar energía eléctrica a su población, lo que los llevó a imponer restricciones a dicha actividad, por lo que nos plantea la posibilidad de que la “cosecha” de Bitcoins deba ser objeto de regulación global para evitar una mayor cantidad de “externalidades” derivadas de esta práctica.

En ese contexto, es inevitable preguntarnos si en un país como México, donde ya hemos visto recientemente los importantes problemas que tenemos para garantizar la producción, generación y distribución de energía eléctrica en todo el territorio: ¿Están preparadas las autoridades y las leyes mexicanas para un eventual aumento en la utilización, producción y/o “cosecha” de criptomonedas en nuestro territorio, que pueda llegar a impactar significativamente la demanda de energía eléctrica y poner en riesgo su suministro generalizado?

@chavaromero

Comentarios

  1. Buen artículo!

    Considero algo incompleto y moralista la investigación de Alex de Bries, ya que no muestra el consumo eléctrico de los competidores de Bitcoin, como el sistema bancario internacional o la minería de oro.

    También quisiera exponer la dificultad de decidir quién determinará limitar el consumo energético de las cosas (El gobierno siempre le encanta meter la mano).

    Por que no limitar y regular por ejemplo, Youtube, Netflix que consumen más electricidad que Bitcoin? Se podría argumentar que estos servicios tienen una menor importancia para el desarrollo.

    O por qué no limitar al sistema bancario, que consume 10 veces más que Bitcoin?

    La realidad es que Bitcoin es sumamente transparente y fácil de medir. Además, por la naturaleza de negocio que es el minado de Bitcoin, constantemente se trabaja en la innovación energética y sustentable.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Frankenstein de la Transparencia

Cámaras de seguridad y privacidad

Transparencia Antifederalista