Urgente vacunar al Magisterio
Por: Salvador Romero Espinosa (@chavaromero)
Las y los maestros de México son en este momento el
sector más vulnerable a contagiarse y morir del Coronavirus producto de la “Política
Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV2, para la prevención de la COVID-19
en México”, que si bien ya ha sido actualizada muchas veces (la última versión
7.0 es del 28 de septiembre 2021), sigue poniendo en grave riesgo al magisterio
por diversas razones que aquí comparto.
En primer lugar, cabe recordar que a finales de abril del
presente 2021, se determinó vacunar de manera prioritaria -y antes incluso que
a médicos del sector privado- a todas las y los profesores del país con la
vacuna “Ad5-nCoV Covidecia” del laboratorio CANSINO, con el argumento de facilitar
el regreso a clases lo antes posible, según los estableció en su momento la
Política Nacional y por recomendación
de la UNICEF.
Previo a la vacunación se especificó que la dosis
completa de dicha vacuna era de una sola dosis, sin embargo, desde entonces
surgieron diversas dudas sobre su efectividad, ya que no se encontraba avalada
por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y porque tampoco se habían publicado
los estudios de la fase 3 indispensables para una revisión transparente de sus
resultados.
Han pasado ya siete meses desde la aplicación al
magisterio de la vacuna de CANSINO y desgraciadamente aún sigue sin ser avalada
por la OMS (a
pesar de las exigencias de nuestro Presidente) ni tampoco se tiene conocimiento
de que los resultados de su fase 3 se hayan aún publicado, por lo que a estas
alturas todavía no tenemos certeza de que la vacuna tenga una verdadera
efectividad para proteger del coronavirus.
Aunado a lo anterior, el pasado mes de agosto el propio
laboratorio CANSINO
reconoció haber llegado a la conclusión de que era recomendable un refuerzo
de su vacuna a los 6 meses de aplicación de la misma, toda vez que después de
un semestre pierde alrededor del 50% de su capacidad de protección, siendo
lógico que cada mes que pase dicho porcentaje aumenta cada vez más, hasta que
muy pronto llegaremos a un punto de dejar completamente desprotegidas a las y
los maestros que la recibieron.
A esa misma conclusión llegaron los especialistas de la
Universidad de Guadalajara, quienes si bien reconocieron que la vacuna CANSINO
sí produce anticuerpos, según un estudio publicado a nivel
internacional el pasado mes de septiembre, también recomendaron
que era muy importante reforzar la profesorado con una segunda dosis seis
meses después de su primera aplicación, especialmente considerando la falta de
los estudios de la fase III.
Es importante señalar que actualmente también se pudiera
considerar severamente limitado el derecho humano a la libertad de tránsito de
las y los maestros del país, ya que la aplicación de la vacuna CANSINO no les permite
salir de México a prácticamente ningún país, particularmente de Norteamérica y
de Europa, toda vez que, al no haber sido aún avalada por la OMS, el
certificado de vacunación solo es válido en muy pocos países como México y China.
En conclusión, tanto el derecho a la salud como la libertad de tránsito del magisterio se encuentran vulnerados por la Política Nacional del gobierno mexicano, por lo que me parece urgente e impostergable una segunda ronda de vacunación para todas las y los profesores mexicanos y, esta vez, de preferencia, con una vacuna que sí esté reconocida y avalada por la Organización Mundial de la Salud, pues de lo contrario, al ser un sector altamente vulnerable por la naturaleza misma de su profesión y ante la eminente llegada de la preocupante variante Ómicron, se están poniendo en grave riesgo su salud y su vida misma.
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