La Realidad en Peligro

Por: Salvador Romero Espinosa (@chavaromero)

El concepto de "real" es complejo y multifacético, y su significado puede variar según el contexto en el que se utilice. En términos generales, algo "real" debe existir en la actualidad y ser tangible, en lugar de ser imaginario, ficticio o ilusorio y, de acuerdo con la Real Academia Española, lo “real” es aquello “que tiene existencia objetiva”.
Sin embargo, la realidad siempre ha tenido muchos enemigos y actualmente las plataformas y tecnologías apoyadas de la inteligencia artificial y algoritmos, están poniendo más que nunca en riesgo nuestra percepción y comprensión de la “realidad”, tal y como sucedió la semana pasada, cuando millones de personas creyeron que el ex Presidente Donald Trump había sido arrestado por la policía, por culpa de las fotografías que circularon en Internet y que resultaron ser falsas o “fakes”, realizadas de manera aparentemente muy sencilla por un usuario de redes sociales.
Aunado a ello, desde hace varios años, millones de usuarios se han topado con “filtros” y algunas tecnologías más avanzadas como la llamada “Deep Fake” que han permitido que algunos usuarios puedan hacerse pasar por otras personas (como el famoso @DeepTomCruise) sin que sea nada sencillo a primera vista notar la diferencia, por lo que cada vez cuesta más trabajo saber qué tan reales son los usuarios de las redes sociales que no conocemos en persona.
En diciembre del año pasado, por ejemplo, una usuaria de Tik Tok (@ninoska_lamaestra1), contó su historia a través de esa red social y detalló que viajó desde Massachusetts hasta Washington (EEUU) para conocer en persona a un hombre con quien llevaba un tiempo hablando por internet, pero la historia no tuvo un final feliz, pues la mujer aseguró que el joven, al conocerla al natural y sin filtros, la rechazó y no quiso nada con ella, ya que su apariencia “real” resultó muy diferente que la “virtual”.
Hace unos días, se dio a conocer que plataformas de inteligencia artificial como ChatGPT pueden llegar a escribir poemas, cartas de amor, guiones de televisión y hasta tesis profesionales (¿Yasmín?) de manera genuina y difícil de detectar, lo que inevitablemente nos obliga a preguntarnos: ¿qué tan “real” es todo ese contenido?
Desde hace varios siglos, con la implementación del método científico como un mecanismo para confirmar (o descartar) las diversas conjeturas e hipótesis, hemos avanzado mucho como especie en la comprensión del Mundo y del Universo, lo cual nos ha acercado en muchos sentidos a comprender una realidad que durante miles y miles de años estuvo fuera de nuestro alcance, sin embargo, en la última década estamos viviendo un retroceso importante en materia de percepción de la realidad.
Por supuesto que la cuestión de qué es "real" ha sido debatida por filósofos, científicos y académicos durante siglos. Muchos han defendido la postura de que la realidad es objetiva y existe independientemente de la percepción humana, mientras que otros sostienen que la realidad es subjetiva y se construye a través de la experiencia y la interpretación individuales, y también existen quienes señalan que existe un tipo de realidad “intersubjetiva” o colectiva.
En materia política, la “realidad” ha estado durante miles de años en permanente tensión y conflicto con el “discurso político”, puesto que muchas personas no coinciden con el diagnóstico que hacen quienes las gobiernan, sin embargo, en las últimas décadas, existen corrientes de pensamiento político que han apostado por negar abiertamente la existencia de datos duros o científicos, mintiendo abiertamente o avalando posturas que satisfacen a la gente, aunque sean falsas.
Desgraciadamente, contrario a lo que se llegó a pensar con el avenimiento del Internet y la democratización de la información, me parece que hoy más que nunca la realidad se encuentra en riesgo, pues plataformas como las redes sociales se han convertido en “cajas de resonancia” que aíslan a sus usuarios de opiniones diversas a las suyas, presentándoles una y otra vez información que confirme su percepción de la realidad como si fueran datos comprobados (“una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”), por ejemplo, que la Tierra es plana, y polarizando con ello, social y políticamente, cada vez más a nuestras comunidades, generando intolerancia y distorsiones importantes de lo que es la realidad.
Actualmente, las nuevas tecnologías están permitiendo que se engañe cada vez a más personas en muchos campos, haciendo que sea cada vez más difícil distinguir entre las afirmaciones que tienen sustento de las que no, entre las fotos reales de las que no, entre las caras reales y las alteradas con filtros, entre el conocimiento científico y la pseudociencia sin fundamento, en pocas palabras, cada vez es más difícil distinguir entre lo que es real y lo que es falso.

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